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Inma Bonet directora y fundadora de Zenit Shiatsu. Se ha convertido en una de las escuelas más prestigiosas de Europa.

Vicente San Juan, presidente de la Federación Española de Feng shui y medicina china oriental.

El Feng Shui trata  de armonizar al ser humano con todo aquello que le rodea. Siendo muy amplia la capacidad de estudio y análisis que pueda efectuar.

Dentro de esta variedad, es en el ámbito del espacio donde el Feng Shui se ha difundido con más fuerza y rapidez.

En este sentido, los estudios están centrados sobre espacios, naturales o constructivos, públicos o privados y empresariales. Teniendo como objetivo el conseguir una óptima armonización entre la persona sus potencialidades y el espacio que la envuelve.

Los métodos utilizados para el estudio de Feng Shui, provienen de la llamada Escuela del Paisaje o “Ti Li” y de la Escuela Xuan Kong o “estrella voladora”, la forma más clásica, profunda y tradicional del Feng Shui.

Todo en el Universo es energía, nuestros pensamientos también. Todo lo que pensamos se transforma en energía. ¿Somos realmente conscientes de ello? ¿Nos planteamos qué es lo que emitimos? Porque eso es lo que vamos a “materializar” y a dar forma en nuestras vidas. Y mucho más en estos momentos de la evolución tanto del planeta como de la humanidad en el que la “manifestación” es mucho más rápida.

Sin embargo a nuestros pensamientos no se les presta la suficiente atención. Nuestra mente es como “un mono loco” (como dicen los budistas), que va de un pensamiento a otro, sin mucho o ningún control, por nuestra parte, la mayoría de las veces.

Cuando los pensamientos son armónicos, alegres, creativos, alentadores… no hay ningún problema. La cuestión viene cuando son de miedo, de rabia, de enfado, de tristeza, de desánimo…

Reflexionemos por un momento: Lo que estoy pensando es lo que estoy creando y atrayendo a mi vida. Así que: ¿En qué estoy poniendo mi fuerza y energía? Si siempre estoy pensando en lo mal que me ha ido, en lo mal que me tratan, en lo mal

“Los problemas no existen, son el resultado de nuestros pensamientos.  ¿Qué estoy proyectando en mi vida, qué es lo que siento y pienso en mi fuero interno?, ¿qué es realmente lo que quiero en mi vida y cuánta fuerza le pongo?, ¿cuánta energía utilizo?. Estas son algunas claves cualitativas y cuantitativas.

¿No puede ser que:  “La humanidad no va bien porque no hay ningún control del pensamiento. Sólo control del exterior”?  En realidad, NO nos educan para que pensemos por nosotros mismos, sino para dejarnos llevar y no salirnos del “catálogo”.

Dejamos que sean las circunstancias o los demás las decidan por nosotros, que los demás sean lo culpables cuando, aún en circunstancias adversas sólo cambiando nuestros pensamientos en ese asunto podemos cambiar la resolución del mismo, o al menos, la forma en la que nos enfrentamos a dicha situación. Esta sería otra clave

Y poniendo la  voluntad  y la consciencia en lo que pensamos lo cambia todo porque,   somos un porcentaje alto de agua, y el agua recoge información y vibra.

Nuestros pensamientos influyen en nuestros sentimientos, así que ¿cómo quiero que vibren mis aguas? ¡Así será mi vida!

Vicente e Inma