Los pigmentos forman parte, desde el comienzo conocido del hombre, de las herramientas solo esporádicas y tradicionalmente ligados al mundo lúdico, para pintar en cuevas, embellecer sus cuerpos o para ritos ancestrales desconocidos. Posteriormente para llenar de cuadros los templos o palacios o proteger los barcos y miles de usos mas a lo largo de la historia. Hasta hoy se han descubierto cientos de colores que son laboriosamente sacados de distintos minerales o plantas e incluso de animales, para su uso en bellas artes, industria, construcción, belleza o tinción de ropas por poner algunos ejemplos.
Estos colores, sabiamente combinados, dan como resultado lo que hoy vemos día a día. Para nadie es un misterio como conseguir hoy en día pinturas. Pero a lo largo de la historia ha sido un largo camino hasta conseguirlos y a veces, incluso se han pagado verdaderas fortunas por unos pocos gramos de color. Ahora no solo no concebiríamos un mundo sin ellos, sino que ni siquiera sabemos el enorme esfuerzo que ha costado conseguirlos. Un mundo de colores logrado gracias a su necesidad en el arte y que poco a poco se ha extendido a un uso común.
[computer_tablet][/computer_tablet]
[mobile][/mobile]