En este capítulo Víctor Brossa nos da un marco de protección perfeccionado para alumnos más avanzados. En realidad se trata de hacerse responsable desde el marco de las memorias que se invocan, esto es, comprender que somos la gota de agua invocando la memoria del océano en nosotros porque, al mismo tiempo, también somos ese océano que jamás estuvo separado de lo que somos.
Entrada anteriorNo derroches tu energía
Entrada siguiente 3. La Noche en Blanco – Alcalá