En este capítulo Víctor Brossa nos propone una vía para sanar con nuestros padres, teniendo en cuenta que no podemos cortar con ellos por estar vivos gracias a su sangre, ni podemos someternos o luchar en su contra, algo que nos destruiría. Se trata pues, como siempre, de reparar aquello que los ordenes inconscientes mantienen desordenado. Honrar a los padres, como se propone en constelaciones sistémicas… sin dejar de ser nosotros mismos.
Entrada anteriorLa Economía Española
Entrada siguiente ¿Qué Sucede si te Preocupa lo que Piensan de ti?