La tecnología recrudecerá las desigualdades, mientras que los riesgos de ciberseguridad seguirán siendo una preocupación constante
El sector tecnológico estará entre los objetivos centrales de las políticas industriales, y de una mayor intervención del estado.
El ritmo de investigación y el desarrollo de tecnologías emergentes continuará durante la próxima década, produciendo avances en Inteligencia artificial, computación cuántica y biotecnología, entre otras. Para los países que puedan permitírselo, estas tecnologías proporcionarán soluciones parciales a una serie de problemas emergentes, desde hacer frente a nuevas amenazas para la salud y crisis en la capacidad de atención médica hasta incrementar la seguridad alimentaria y mitigación climática.
En todas las economías, estas tecnologías también conllevan riesgos, como la ampliación de la desinformación y la rápida rotación de trabajadores en trabajos cualificados y no cualificados
Sin embargo, este rápido desarrollo y despliegue de las nuevas tecnologías, plantea su propio conjunto de riesgos. Junto con un aumento en los delitos cibernéticos, los intentos de interrumpir las tecnologías críticas serán más habituales, con ataques contra la agricultura y el agua, los sistemas financieros, la seguridad pública, el transporte, la energía, así como los usos domésticos, aéreos y submarinos de infraestructura de comunicaciones.
Los riesgos tecnológicos no se limitan únicamente a la actuación de actores deshonestos. La sofisticación del análisis de conjuntos de datos más grandes, permitirá el mal uso de información personal a través de legítimos mecanismos que debilitan la soberanía digital de cada persona y el derecho a la privacidad, incluso en lugares bien regulados, regímenes democráticos.
https://www.radiosapiens.es/publicidad/
—
Síguenos en: Nuestra finalidad es: difundir, promover, dar cobertura, apoyo a entidades y particulares con inquietudes, con el objetivo de conseguir mejoras culturales, sociales y científicas. ¡Asóciate! |