Turquía es un país del continente europeo que también tiene territorio en el asiático. De hecho su capital Ankara se asienta en este continente. Concretamente en la península de Anatolia. En la parte europea su ciudad más importante y capital del vetusto, pretérito y extinto Imperio Otomano es Estambul. Una ciudad según dicen- yo no he estado nunca- fascinantemente hermosa, preciosa y singular. Está a orillas del estrecho del Bósforo, que separa Europa de Asia. En este estrecho, en esta separación de dos zonas tan diferentes hay numerosas islas e islotes. En uno de ellos “EL ISLOTE DE LOS PERROS” se desarrolla una maravillosa historia de a que vamos a hablar esta semi lluviosa tarde de finales del “mes de la flores” en las “LETRAS ENCADENADAS” amigos y amigas internautas y oyentes. La ha escrito un magnífico y fenomenal escritor que se llama ORIOL CANOSA. La ha publicado la editorial Edelvives. Esta fantástica, fascinante, maravillosa y sensacional narración obtuvo el pasado año 2.017 el XXVIII ALA DELTA, que organiza, patrocina y promueve esta afamada y prestigiosa empresa editorial.
“EL ISLOTE DE LOS PERROS” de ORIOL CANOSA es una novela infantil llena de glamour, talento, perfecta construcción… Es pura ficción, pero está basada en hechos reales y absolutamente verídicos. De hecho, uno de sus personajes existió realmente en el tiempo en que se desarrolla esta narración. A través de sus 126 páginas hallaremos aspectos, cosas muy interesantes y didácticas del esplendor y magnificencia de la ciudad de Estambul en 1.910. Estambul una ciudad que en si misma cruce de culturas, como lo fue en su tiempo Toledo. Habitat de civilizaciones y culturas tan diferentes como la árabe, la griega y la judía, que se halla integrada- al menos en esta ciudad- mayoritariamente por una rama llamada sefardí, que son los judíos expulsados, echados injusta, mezquina y bellacamente por los taimados y malhadados Reyes Católicos. Sí, no se echen las manos a la cabeza al escuchar o leer esto. Ya va siendo hora de desmitificar a esta pareja de impresentables y mezquinos reyezuelos. O como los mismos Austrias que no solo dejaron hecho un erial la Hacienda española, porque deleznablemente la esquilmaron para beneficio propio sino que echaron literalmente de España a los considerados “mejores agricultores de este grandísimo país”: los moriscos. Efectuaron lo mismo que otros tiranos que me imagino estarán en la mente de todos.
Por otra parte los personajes me han resultado muy entrañables, muy cercanos, muy reales, muy cotidianos: Klara, la familia Perahya, Sait, Barba Antimos… Todos los lugares me ha parecido muy familiares, como si hubiera estado allí. No solo la propia Estambul sino el islote de los perros, las islas Príncipe, el monte Hristos.
El lenguaje es como su lectura ameno, ágil, sencillo, fácilmente entendible y de saborear.
En “EL ISLOTE DE LOS PERROS” se perciben, se sienten varios mensajes subliminales y muy hermosos: la amistad fiel, el incondicional amor por los animales, el hondo respeto, conservación y defensa de la naturaleza, de lo ecológico y de las tradiciones innatas y muy pretéritas.
Porque no solo “EL ISLOTE DE LOS PERROS” de ORIOL CANOSA nos ha entusiasmado, enamorado por esa frescura, ternura y dulzura que lleva consigo sino por estar muy abierta, muy aconsejada no solo para los niños-niñas sino para los lectores-lectoras de cualquier edad es por lo que muy merecidamente tiene un anaquel especial reservado en la biblioteca radiofónico-literaria de por supuesto “LETRAS ENCADENADAS”.
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