Veremos un concepto psicológico que afecta nuestras interacciones diarias y a nuestras decisiones: el sesgo de proyección.
Nuestros cerebros, al enfrentarse a un mundo lleno de estímulos, a menudo hacen juicios precipitados con información limitada, llevándonos a realizar ciertas suposiciones sobre los demás que no siempre son correctas.
Este sesgo tiene implicaciones profundas en cómo percibimos a los demás y en cómo tomamos decisiones, especialmente en situaciones en las que disponemos de poca información.



