Se estima que un 25% del profesorado recibe agresiones físicas o psíquicas durante su etapa docente. Estas agresiones no siempre vienen de la mano de los alumnos, si no que en muchas ocasiones son los propios padres los que agreden al profesor ante el descontento por el rendimiento escolar de sus hijos.
Entrada anteriorEl Libro de los Espíritus
Entrada siguiente labor de divulgación y promoción de la Psicología